TÍTULO: “Maras. Ver, oír, callar” el cortometraje que denuncia la desprotección internacional de víctimas de las pandillas en Centroamérica SLUG: Maras FECHA: 30 de noviembre de 2020 AUTOR: Alonso Castillo LUGAR: Miami, FL FUENTE DE VIDEO: CEAR REGIÓN DE INTERÉS: Latinoamérica DURACIÓN: 1:30 ((INTRO)) La violencia, las desapariciones, el reclutamiento de menores y el terror que infligen numerosos grupos de pandillas en Centroamérica llevaron al cineasta Salvador Calvo a realizar un cortometraje para capturar la atención del mundo sobre esta realidad que, para muchos, es desconocida. Otra de sus intenciones según nos dijo es que los gobernantes de países seguros por un instante se pongan en el lugar de quienes escapan para poder sobrevivir. Informa, Alonso Castillo, Voz de América, Miami. ((TEXTO)) Los testimonios de víctimas que han sido atendidas por La Comisión Española de Ayuda al Refugiado fueron entrelazados por el director Salvador Calvo en un cortometraje que pone la mirada en el terror que se vive en Centroamérica por el poder que ejercen las pandillas, comentó el cineasta. ((Salvador Calvo- Cineasta 0:17-0:30)) “El Salvador con 13 000 homicidios violentos al año, en una media de 13 muertos violentos al día en un territorio que es como la comunidad de Madrid, es relativamente pequeño y tienen una tasa tremenda de muertes”. ((TEXTO)) El cortometraje “Maras. Ver, Oír y Callar” se adentra en vivencias provenientes de quienes escaparon de El Salvador, Honduras y Guatemala y que muchas veces al llegar a países seguros se les niega protección, nos dijo el director. ((Salvador Calvo- Cineasta 0:45-0:57)) “La gente que proviene de esos países y que huye de la violencia de las maras no se les da asilo político porque se considera que vienen de un país en paz cuando tienen más muertos que países como Siria”. ((TEXTO)) La ficción audiovisual escrita por Alejandro Hernández retrata la experiencia de quien su única opción para sobrevivir es escapar. ((Salvador Calvo- Cineasta 1:06-1:16)) “Hacen desaparecer a digamos a sus contrincantes o a las personas que les resultan incomodas y no las matan, primero las descuartizan y esos órganos los venden en el mercado negro y hacen doble negocio con la muerte de la persona” ((TEXTO)) Están en países sin guerra declarada, pero viven como si lo estuvieran y por lo tanto deberían ser tratados como refugiados, recalcó Calvo. ((ALONSO CASTILLO, VOZ DE AMÉRICA, MIAMI))